martes, 11 de febrero de 2020

Un taller de historia, para que la burra siga jalando

Le contaba antes, Ce, lo que intento con Guerrero para seguir la historia general de estas tierras mal llamadas México y peor conocidas como Suave patria por unos versos harto difundidos, que quien lanzó el segundo llamado a reinventar el país -ese tal Vascocelos- consiguió sacarle en 1921 a cierto buen poeta provinciano -López Velarde.
Ora quiero dar un taller de historia que revise de la Conquista-Invención al presente. Y pues está en chino, porqué cómo se resume tan vasto,  complejo tiempo.
Pretendo que empiece con algo semejante a Ni Descubrimiento ni Encuentro ni, aterrizado en Mesoamérica que, según usted bien sabe, era parte de nuestros actuales dos millones de kilómetros cuadrados e interactuaba profundamente con la Arido América extendida hasta muy adentro de los hoy Estados Unidos.
Este gran trabajo es un punto de partida en cuanto a perspectiva.
Otro observa el proceso con mucha seriedad, si bien su autor deja mucho que desear.
No hallo el tercero, que estudió los títulos primordiales usados por nuestros pueblos indígenas para rehacer la historia, como
monumental fenómeno cuya culminación sería el Popol Vuh y el Chilam Balam, mantenidos en secreto al menos por dos siglos. 
Me apoyaré también en Quetzacoatl y Guadalupe, disruptivo y respetado por la academia.
Falta uno que no encuentro en mi caótica biblioteca y me allegaron compañeros guerrerenses, Ce, sobre los me´pa desde sus orígenes prehispánicos.
Para la Colonia hay un titipuchal sobre rebeliones indígenas, que es lo que más interesa, y tales y cuales necesarios para comprender los órigenes de la identidad criolla y el impacto que tuvo España durante esos siglos intermedios -XVII y XVIII. 
Veré así la gloriosa insurrección de Hidalgo sin Allendes y cia.
En este cuaderno y algunos hermanos suyos, comenzando por Historias, está insinuado lo que vendría a continuación. No pretende emular a nuestras dos historias oficiales -el decimonónico México a través de los siglos y lo que la dictadura perfecta transmitió en sistemas educativos, recuerdo- ni a esa esbozada por los intelectuales 4T, cuyo fracaso espero, muy parecido a ellas. Interpreto al antojo mío y de quienes acompaño socialmente, como usted, Ce, quien públicamente se comprometió a ayudarme, no se haga, jeje.