...el acercamiento a la historia de estas tierras cuya transformación en México no parecía todavía completada cuando yo crecía, durante los añós 1950? Cierto, había quien le llamaban así dos siglos atrás y en 1624 quizás puede encontrarse esa intención entre otros.
Puedo seguir documentando este tesonero empeño hasta 1959, al menos, fecha en la cual publicaron el primer "libro de texto gratuito", que se volvería ley rehecho cada tanto para muy diversas materias.
-¿Por qué hablas de los popolucas? -preguntó desesperado un amigo al leer trescientas cuartillas que gracias a él se publicarían. Y pudo seguirse con ocho etnias "veracruzanas" en que me detenía siguiendo a viajeros contemporáneos a la intervención estadounidense, cuyo cumplido objetivo fue llevarse dos millones de kilómetros cuadrados, herencia novohispana al país en ciernes.
Ilustraba con ellos la desesperación de los liberales mexicanos al comentar el hecho apenas terminó: no había un entramado social, político, económico, cultural, que sustentara a una nación.
Ni mencionaba allí al estado de Guerrero, que escojo ahora como punto de mira un poco por accidente, pues en los últimos años me encargaron tres sencillos libros y otro no tanto sobre historias sucedidas en esos lugares.
Influyeron también los viajes con que comencé a conocer la intimidad de tal y cual región guerrense. Desde ese momento no hubo para mí nada comparable. Podía encontrar hambre y miseria extrema y jamás derrota. No por nada su gente tiene fama de ser la más bronca en el país.