martes, 4 de diciembre de 2018

Coyuntura

Andamos en el siglo XIX dando vueltas a veces por los años 1930, recorriendo nuestro "Sur, geografía profunda", para desviarnos de tanto en tanto. Hoy toca un salto.

Diciembre, 2018
Mi oficio de historiador independiente me dice que esta Red de Agujeros mal llamada México atraviesa la mayor coyuntura en... ¿cúanto tiempo?, es la cuestión. Quiero decir cien diez años y tal vez debo limitarme a ochenta. Menuda diferencia, si entre ellos media una revolución.
Coyuntura, aclaro, no hecho consumado o duradero, digamos.
Podría creerse que basta remitirnos a 1982 y un solo motivo sobraría para dudarlo. 
No hablo de oídas, si bien con ello tendríamos, pues al mismo tiempo soy un activista social y frecuento a quienes hasta ahora resultan los únicos beneficiarios del gran suceso. Remiten al hombre que para nosotros, nietos reales y adoptivos, simboliza el rasgo más caracterísitico de nuestra sociedad desde hace dos siglos, cuando menos. 
Caudillos y caciques, tituló alguien su modesto, decimonónico trabajo que hoy nos sirve quitándole el plural al primer sustantivo.
Helos aquí triunfadores con carácter formal y no tanto, por ahora, porque produjeron ya cambios profundos en términos emblemáticos. 
El qué pasará está jugándose a los volados, considerando otra propiedad: detrás no existe nada semejante a un movimiento o un mínimo proceso organizativo.
Juan N. Álvarez lleva por nombre ese personaje que nuestro cuaderno encuentra con recurrencia. Declarado luego prócer patrio, fue uno de los primeros caudillos regionales. Su hijo continuó el linaje caciquil, heredándolo a la posrevolución siglo XX en su entidad. 
Pertenecieron ambos al fenomeno que alcanzó a todo la Red supliendo el desarrollo de una burguesía autóctona más o menos sólida.  Obregón, Calles y socios lo llevarían a la cúspide, entre miles y miles de pequeños caciques trasladados también al sindicalismo. Sobre ellos creció el régimen corporativo.
La gente de razón que hoy grita contra AMLO y Morena comete una injusticia, considerando cuánto descansa todavía nuestro régimen en lo realizado por hombres, mujeres y organizaciones por el estilo.         
SIGUE